Práctica 1: Análisis de Competencias.

¡Nuestra primera práctica!
Para adentraros en esta práctica, quiero en primer lugar definir el concepto de competencia. Competencia es “la combinación, específica para cada persona, de saber, saber aprender, saber ser, saber hacer, saber actuar y querer actuar” (Serreri, 2005; citado en Rodríguez, 2006). Y entonces, ¿qué significa el concepto de competencia profesional tan usado hoy en día?

Partiendo del concepto de competencia, buscamos ahora el de profesional, y según la Real Academia Española significa “perteneciente o relativo a la profesión”. Al unir ambas definiciones nos hacemos una idea bastante clara y sencilla del concepto de competencia profesional: se puede resumir como la capacidad para hacer algo en el ámbito laboral. Y si lo hacemos un poco más completo, podemos decir que las competencias profesionales son las habilidades, capacidades y actitudes que desarrollo en mi puesto de trabajo, es decir,  la famosa cuadratura del saber (conocimiento), saber hacer (habilidad), saber ser (actitud) y el olvidado pero importante hacer saber (demostrar que tengo todo lo anterior).

Por otro lado, según la normativa, concretamente la Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las cualificaciones y la formación profesional, define la competencia profesional como “el conjunto de conocimientos y capacidades que permitan el ejercicio de la actividad profesional conforme a las exigencias de la producción y el empleo”.

Pues bien, una vez entendido el concepto de competencia profesional, tan utilizado actualmente, presento a continuación la Práctica 1. Análisis de Competencias:

¿Cuáles son las competencias que debe tener un orientador/a profesional?

Según la página web “www.educaweb.com” las competencias de un orientador/a profesional serían las siguientes:

• Aptitudes para gestionar el tiempo y la planificación.
• Aptitudes para la escucha.
• Ayuda a las personas a pensar en sus posibilidades laborales, de aprendizaje y de formación.
• Capacidad de análisis.
• Capacidad para tener en cuenta y entender cómo se sienten las demás personas.
• Capacidad para trabajar en equipo.
• Capacidades organizativas.
• Capaz de identificar problemas.
• Capaz de interpretar situaciones y plantear preguntas con claridad y de manera objetiva.
• Comprometido con la igualdad de oportunidades.
• Destrezas en informática.
• Empático.
• Enfoque flexible y profesional.
• Flexible.
• Habilidades comunicativas y sociales.
• Investigador.
• Proporciona información, asesoramiento y guía.
• Realiza análisis documental.

¿Qué competencias son las que adquirimos con la realización de este Máster?

Con el Máster en Formación y Orientación Profesional para el Empleo se adquieren por un lado, competencias ligadas al módulo general obligatorio y por otro, las competencias ligadas al perfil profesional del orientador/a profesional, las cuales se presentan a continuación de manera resumida a través de un mapa conceptual elaborado con el programa Cmaptools.

¿Cuáles son las que ya hemos adquirido? ¿Cuáles no?

En mi opinión, a lo largo de la realización del máster hemos adquirido todas las competencias señaladas anteriormente, pero unas han sido más desarrolladas o trabajadas que otras. En cuanto a las competencias ligadas con el módulo general obligatorio las menos trabajadas serían la G11, G12, G13 y respecto al perfil del orientador/a profesional las competencias menos desarrolladas serían la E9 y la E16.

¿Cómo las evaluarías?

Para la evaluación de competencias de cualquier persona, tanto personales como profesionales, podemos realizar tanto un balance de competencias como un proyecto profesional y vital.

Un balance de competencias es un conjunto de acciones que permiten a los trabajadores poder analizar sus competencias profesionales y personales, además de sus aptitudes, con el objeto de definir un proyecto profesional o un proyecto de formación (Joras, 2002; citado en Rodríguez, 2006).

Un Proyecto Profesional y Vital es una construcción activa, en la que se trabaja `sobre´ y se expresa la propia imagen de sí mismo/a y que implica la adquisición de una serie de conocimientos, habilidades y actitudes. Requiere de un proceso previo de información, exploración, decisión y formulación de objetivos que se concreta en un plan de acción y genera desarrollo personal (Romero, 1999; citada en Romero, 2004).

¿De qué nos sirve está práctica?

Hoy en día, hay tanta gente buscando empleo, optando por los mismos puestos a la vez, que tienes que encontrar la forma de sobresalir, de llamar la atención sobre los demás. Y eso no sólo lo dan los conocimientos o la experiencia que yo tenga, lo da el cómo yo me vendo y el cómo trasmito eso que yo sé hacer, es decir, mostrar tus competencias.

A través de esta práctica he comparado las competencias que tiene un orientador profesional con las competencias que yo estoy adquiriendo con la realización del máster, el cual me dará la posibilidad de acceder a dicho puesto de trabajo. Me ha servido de ayuda ya que he analizado mi situación respecto a esa profesión, es decir, he observado si mis competencias adquiridas están acordes con el desempeño de esa profesión.


Referencias bibliográficas:
- Rodríguez Moreno, M. L. (2006). Evaluación, balance y formación de competencias laborales transversales. Barcelona: Laertes.
- Romero Rodríguez, S. (2004). Aprender a construir proyectos profesionales y vitales. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Sevilla.